«Cuando teníamos las respuestas, nos cambiaron las preguntas»
Dicen que Stendhal aplazó su suicidio por la curiosidad que le inspiraba la situación política francesa. La guerra civil española estalló en Galicia dos dias después que en el resto de España, comentan que el motivo tuvo que ver con el fútbol: El 19 de Julio de 1936 jugaban en Riazor el Celta de Vigo y el Deportivo de la Coruña.
El futuro se presenta ante nosotros como un misterio seductor que deseamos desvelar. Si desde el principio conocieramos las respuestas a todas las preguntas nuestra vida carecería de sentido. Deambularíamos insípidamente por la senda del devenir.
Nos encontramos ante un libro en blanco del que, afortunadamente, desconocemos el final. Y el cual iremos escribiendo en nuestro andar. Recordando el canto del poeta: «…caminante no hay camino. Se hace camino al andar…Y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar…»
El futuro es un segundo después, en el cual comenzaremos a desvelar los pequeños acertijos que nos depara el devenir. Por tanto ya estamos en el futuro.
¿Quién quiere conocer su futuro?
¿Tiene sentido saber el final de la última novela?
«La única forma de conocer el futuro es inventarlo» Alan Kay
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