«Un toro bravo vigila impasible el tránsito de vehículos desafiando en la lejanía la belleza del paisaje…»
¿Que ocurriría si un anuncio publicitario se convirtiera en un bien cultural?
Pues que estaríamos hablando de una historia similar a la del toro de Osborne. El único anuncio que permanece en las carreteras españolas ya que como dictaminó el tribunal supremo en 1997 «Ha superado su inicial sentido publicitario y se ha integrado en el paisaje».
Allá por 1956 el grupo Osborne encargó a la agencia de publicidad Azor el diseño de un símbolo que sirviera para representar el brandy Veterano en vallas publicitarias de carretera. Manolo Prieto colaborador de la agencia propuso la figura de un toro bravo que dibujaría desde entonces el horizonte del paisaje español.
La figura del toro se ha convertido en un icono de la marca y un símbolo de un pais. Monopolizando la publicidad desde que la ley General de Carreteras (1988) obligara a retirar la publicidad de cualquier lugar visible desde la carretera. Además se puede ver impreso en multitud de elementos: Recuerdos de viaje , banderas… y en algunas carreteras Mexicanas.
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