A pesar de estas características los máximos responsables de la escasez de tiempo somos nosotros mismos, debido principalmente a las siguientes causas:
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OBJETIVOS:La ausencia de objetivos.
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PRIORIDADES: Establecimiento de prioridades. En ningún caso debe confundirse la urgencia con la importancia. Son cuestiones que no tienen el mismo valor jerárquico. Un asunto es importante cuando afecta a los objetivos prioritarios establecidos. Por el contrario, un asunto es urgente cuando se considera que no puede esperar y hay que realizarlo de forma inmediata.
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PROGRAMACIÓN: La carencia de un programa de actividades y tiempos.
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DELEGAR o EXTERNALIZAR: La falta de delegación o externalizar determinadas actividades.
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INTERRUPCIONES: Los denominados ladrones de tiempo.
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