“Las empresas son como los diamantes antes que luz son carbón y a pesar de su capacidad para romper mercados, en ocasiones, pueden quebrarse”
Quibiro Güey
La palabra diamante proviene del griego antiguo y significa invencible o inalterable. Se trata de un mineral con gran renombre debido a sus características físicas superlativas, muchas de las cuales derivan del fuerte enlace covalente entre sus átomos. En particular, el diamante tiene la más alta dureza y conductividad térmica de todos los materiales. Estas propiedades determinan que la aplicación industrial principal del diamante sea en herramientas de corte y de pulido. Además de ser una piedra de excepcional belleza estética y alto valor económico.
Utilizo esta piedra preciosa como imagen representativa para desarrollar una metodología de trabajo que nos permita llegar a la esencia del negocio y tomar determinadas decisiones que permitan adaptarlo a los cambios.
La mayoría de los diamantes se suelen representar como un polígono de cinco lados, en cada uno de estos lados colocaremos 5 cuestiones esenciales a las que debe responder todo modelo de negocio. Estas preguntas lo definen y expresan su razón de ser.
Es fundamental hacer una reflexión sobre cada una de las cuestiones que planteo a continuación con objeto de planificar y estructurar la dirección del negocio.
LAS PUNTAS DEL DIAMANTE
1-. ¿QUÉ VENDEMOS?
Cuál es la proposición de valor que hacemos a nuestros Clientes. Porque deben hacer negocios con nosotros y no con nuestros competidores.
Es importante que la propuesta de valor sea sencilla, fácilmente entendible y memorable, con objeto de posicionarla en la mente del Cliente. Usted debería ser capaz de definir su posicionamiento en 10 palabras, si no lo consigue es que no tiene ninguno. Recordemos que cuando hablo de posicionamiento me refiero a la idea que queremos proyectar en la mente del Cliente, como queremos que el Cliente nos perciba.
Las empresas luchan por situarse en la mente del Cliente y que cuando florezca la necesidad y el deseo ser las primeras alternativas a tener en cuenta.
2-. ¿A QUIÉN LE VENDEMOS?
¿Quiénes son nuestros Clientes? ¿Cuál es nuestro público objetivo?
Debemos definir con claridad el segmento o segmentos del mercado a los que va dirigida la oferta de la empresa. Para ello es básico establecer un perfil de esos Clientes (Características, necesidades, deseos, gustos…), definir su comportamiento de compra y buscar la forma de sorprenderles de manera positiva.
3-. ¿DÓNDE?
En que lugares se produce el contacto, canales de distribución, puntos de venta, sitios web…
Estructurar de la forma adecuada los lugares en los que se produce el contacto tanto con Clientes como con proveedores para mejorar los procesos y hacer más agradable la relación.
Para ello es preciso establecer los canales de distribución más adecuados, optimizando al máximo la cadena logística.
Diseñar la experiencia del Cliente (Interno y externo) en los entornos espaciales (instalaciones, puntos de venta…) y digitales del negocio (Web, redes sociales…) con el objetivo de que se encuentre a gusto y nos perciba de la forma adecuada.
4-. ¿CÓMO?
Detrás de lo anterior, entre bambalinas, existen multitud de procesos necesarios para poner el producto a disposición de nuestros Clientes. Es lo que Michael Porter denominó la cadena de valor. Se trata de una poderosa herramienta de análisis para la planificación estratégica del negocio. Su objetivo último es maximizar la creación de valor mientras se minimizan los costos. De lo que se trata es de crear valor para el cliente, lo que se traduce en un margen adecuado entre lo que se acepta pagar y los costos incurridos en el desarrollo del producto (bien o servicio).
5-. ¿CON QUIÉN?
Las personas que componen la organización que son claves en el desarrollo del negocio son el elemento de cohesión y los responsables del éxito o fracaso del mismo.
Para ello es fundamental lo siguiente:
- Elegir a las personas adecuadas para desarrollar las distintas funciones.
- Dotarlas de las herramientas y habilidades necesarias para que puedan realizar su trabajo con eficiencia.
- Motivarlas en la dirección adecuada con objeto de implicarles en la evolución del proyecto
EN DEFINITIVA…
Dedique unos minutos a reflexionar sobre su negocio y reflexione sobre…
- ¿Cuál es la propuesta de valor que ofrece al mercado?
- ¿A qué tipos de Clientes va dirigida?
- ¿En qué lugares se desarrollan las relaciones de intercambio?
- Que procesos posibilitan que todo lo anterior se lleve a cabo. ¿Podría usted mejorarlos?
- ¿Quiénes son las personas que le acompañan en este viaje? ¿Son las adecuadas?
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