“Si no sabes hacia que puerto estas navegando ningún viento es bueno” Séneca
No resulta fácil para aquel que no tiene costumbre de establecer una dirección en su actividad, fijarse unos objetivos de crecimiento y progreso profesional avanzando por el camino escogido.
Las metas dan a nuestro trabajo un propósito y un significado. Es cierto que se puede trabajar sin ellas (son muchos los que lo hacen) pero para ser realmente eficaces es vital que nuestro desempeño tenga un fin.
A la hora de fijar nuestros objetivos responderemos a las siguientes preguntas:
- ¿Dónde estamos? Determinaremos nuestra situación actual.
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¿A dónde vamos? Identificar nuestros objetivos y determinar indicadores de control.
- ¿Qué es lo realmente importante? Priorizar
- ¿Cómo vamos a llegar? Establecer un plan de acciones, determinar los medios necesarios y pasar a la acción.
- ¿Cómo vamos? Seguir y controlar. Celebrar los éxitos y aprender de los fracasos.
Por fin has llegado al fin del camino, respira satisfecho, levanta la vista y sigue andando.
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