Todo cambia, todo fluye

“En una época de explosivos cambios (en que las vidas personales se ven desgarradas, el orden social existente se desmorona y una nueva y fantástica forma de vida comienza asomar por el horizonte), formular las más amplias preguntas acerca de nuestro futuro no es una simple cuestión de curiosidad intelectual. Es una cuestión de supervivencia”

Alvin Toffler (1980)

Los últimos años han corroborado que la verdad absoluta no existe y que lo único que sabemos con seguridad es que todo cambia, por tanto es fundamental la preparación constante de la empresa (y de nosotros mismos) para la evolución (Adaptación del modelo de negocio) o la revolución (Reinvención del modelo)

gestiondelcambio

Son tiempos de cambios vertiginosos, desde hace cuatro años una nueva época se ha instaurado en el entorno modificando el hábitat anterior. En función de ello es fundamental sincronizar nuestro modelo de negocio con el entorno y adaptar la estructura, los recursos y los procesos de la compañía a la nueva coyuntura.

Ante el cambio los gestores de la compañía, los emprendedores o los directivos tienen dos opciones:

  1. Sentirse abrumados y paralizarse
  2. Analizarlo, comprenderlo y comenzar a tomar las decisiones adecuadas que permitan adaptarnos a él con la mayor rapidez posible.

LAS PREGUNTAS ADECUADAS

La clave de la gestión exitosa del cambio reside en hacernos las preguntas adecuadas:

  • ¿Qué pasa con los clientes?
  • ¿Qué ocurre con nuestros proveedores?
  • ¿Están los empleados preparados para el cambio o se resistirán?
  • ¿Qué ha hecho la competencia?
  • ¿Cómo se comportan los grupos de interés (stakeholders)
  • ¿Está preparada mi empresa?

Estos sólo son algunos ejemplos, las cuestiones se pueden ampliar pero aquí residen algunas de las más importantes.

Además son vitales algunos aspectos:

  • Poseer una visión adecuada y comprender como funciona nuestra empresa y el entorno global en el que opera.
  • La clave está en las personas, de su predisposición o resistencia depende el éxito.
  • Huir de modos de resolución preconcebidos, tener flexibilidad mental y apostar por propuestas innovadoras.
  • Recargar nuestras baterías con energía para continuar, echarle coraje y comenzar a caminar.

LA RESISTENCIA AL CAMBIO

Según Duphinais, hay una serie de razones por las cuales se dificultan los procesos de cambio:

  • No hacer caso a la realidad, no afrontarla directamente y no realizar análisis objetivos.
  • Incapacidad para obtener resultados tangibles en las etapas iniciales.
  • Permitir que las viejas mediciones de resultados bloqueen el cambio. No desmantelar o sustituir medidas que se elaboraron para que sirviesen de apoyo a estrategias e iniciativas descartadas.
  • La falta de coordinación de los programas de gestión empresarial.
  • No escuchar la voz del cliente, no tener en cuenta sus necesidades.
  • No escuchar la voz del empleado, no vinculando el personal de la empresa al proyecto de cambio.
  • No comprender que aunque la alta dirección quiera ayudar es posible que no sepa como hacerlo. Los gestores no son capaces de liderar el proceso.
  • No aclarar lo que puede obtener cada uno. No comunicar correctamente el proceso y sus ventajas, no trasladar mensajes sencillos y directos para que puedan entenderse e interiorizarse.
  • Prestar atención a la manera tradicional de pensar.
  • No aprovechar la diversidad de la empresa, no generar un proceso creativo e innovador.
  • No gestionar con coraje.

EN DEFINITIVA

Como dijo Jorge Luis Borges: “El futuro no es lo que va a pasar, sino lo que vamos a hacer”

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