«Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo o a alguno todo el tiempo, pero no a todo el mundo todo el tiempo» Abraham Lincoln.

Cuantas veces hemos escuchado la frase: «…eso es puro marketing.», de forma despectiva y queriendo decir que es una mentira…

Realmente, cuando un producto triunfa es porque existe un grupo de clientes dispuestos a adquirirlo, y una vez comprado cumple las expectativas que tenían estos consumidores.

El marketing se sustenta siempre en un producto que satisface unas necesidades que tienen un grupo determinado de clientes. Todo lo demás será comer hoy para pasar hambre mañana.

Si hacemos promesas a los consumidores que luego no vamos a cumplir (con nuestro producto) perderemos su confianza y nuestra credibilidad, dos elementos básicos de lo que denominabamos el camino hacia el cliente.

Nunca engañemos al mercado, el marketing consiste en analizar, planificar y ejecutar, dándole al cliente lo que quiere, en el momento y lugar adecuado y de la forma correcta.

Bien es verdad que a veces es preciso decir las cosas de otro modo para hacerlas más atractivas pero siempre siendo fieles a la verdad, sin engañar a nadie y teniendo en cuenta que la canción que triunfa no es la mejor sino la que más gusta al público.
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