Sísifo, era según Homero, el más sabio y prudente de los mortales. Sin embargo tenía cierta fascinación por la estafa y el engaño. Mientras era rey de Corinto, observó el rapto de la bella ninfa Egina. Pero guardó el secreto, hasta que llegara la ocasión de sacarle provecho.
Esperó que el río Asopo, padre de la joven, pasara por sus tierras en busca de su hija. Y a condición de narrarle lo sucedido, le exigió que hiciese brotar una fuente cristalina en la ciudadela de su reino. Posteriormente le explico que el culpable del rapto era Zeus.
El señor del Olimpo, irritado por la delación, llamo a Tánatos para que arrojara a los infiernos al rey de Corinto. Pero con tremenda habilidad, Sísifo, engaño al dios de la muerte, logrando así volverse inmortal.
Finalmente, los dioses que no toleran el desafío de los humanos, atraparon a Sísifo y lo llevaron a los infiernos donde estaba ya preparado su castigo.
Le obligaron a realizar una tarea que no le permitiese ni un minuto de descanso. Sísifo empujará sin cesar una enorme piedra hasta la cima de una montaña. Al concluir la ascensión, la roca volverá a caer hacia abajo, donde el trabajo comenzará de nuevo. Y así, inexorablemente, el condenado descenderá por la ladera para retomar la piedra y volver a empezar su tarea sin fin ni objetivo.
Una empresa sin metas ni planes es como el inmortal Sísifo; carece de rumbo y sentido su caminar, dejándose llevar por la rutina diaria. Estos negocios no saben dónde están ni hacia dónde se dirigen. Desgraciadamente son muchas las PYMES que se hallan perdidas en el caminar de su actividad. Cuando el trabajo abunda van haciendo pero cuando la situación se complica desaparecen.
Los objetivos dan a nuestra actividad un propósito y un significado, nos llevan a concentrar nuestros esfuerzos en lo realmente importante y permiten avanzar en la dirección adecuada, sin tambalearnos en función de los acontecimientos. Es cierto que se puede trabajar sin ellos (como Sísifo, son muchos los que lo hacen) pero para ser realmente eficaces es necesario que nuestro trabajo tenga un propósito.
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