¿Puede competir el pequeño comercio con las grandes superficies comerciales?
Sin lugar a dudas la respuesta es…SI.
Sin lugar a dudas la respuesta es…SI.
Bien es verdad que solamente sobrevivirá siendo consciente de sus fortalezas y debilidades, para explotar al máximo las primeras y minimizar las segundas. Y tratando de conocer las amenazas y oportunidades con las que nos sorprenderá el entorno.
Las fortalezas dependen de cada empresa pero de forma general destacaría conceptos como la especialización, profesionalidad y conocimiento en el trato con el cliente, flexibilidad, cercanía… que suelen ser ventajas competitivas con las que los pequeños negocios cuentan y que deben desarrollar para ofrecerle un valor añadido al cliente que es más difícil que reciba en las grandes superficies.
Es preciso que aumente la formación y se mejoren las técnicas de gestión, en muchos de estos negocios, para ser capaces de enfrentarnos a la competencia en igualdad de condiciones. Pues la clave vuelve a estar en conocer con precisión como es el cliente y lo que desea.
Muchas de las pequeñas tiendas de ultramarinos que poblaban los barrios de las ciudades han desaparecido o están en vías de extinción, por el contrario ha habido algunas de ellas que se han adaptado a los cambios convirtiéndose en tiendas especializadas en productos delicatessen, las cuales han conseguido sobrevivir con éxito. Pues la que sobrevive no es la más grande, ni la más inteligente sino la que es capaz de adaptarse.
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