Sensación de miedo

 

«Quien vive temeroso, no será nunca libre.»

Horacio

 “El oráculo colocó las manos sobre la bola de cristal y cerró sus ojos para volverlos a abrir. Observó el humo que poblaba el interior del cristal y levantó su vista hacia Khaled y Balcuh.

Con la mirada perdida en el infinito y los brazos alzados vaticinó lo siguiente:

–       Ambos moriréis dentro de treinta años y el sufrimiento se apoderará de vuestros cuerpos.

Al oír las palabras del viejo los dos descendieron por la colina reflexionando sobre lo que habían escuchado…

A partir de ese día el miedo se instaló en la mente de Khaled, no tenía sentido vivir si iba a morir. Encerrado en su cárcel de miedo  enfermó de pena y falleció a los pocos años.

Por el contrario Balcuh pensó que si era verdad la profecía no tenía tiempo que perder, debía aprovechar cada minuto que le quedaba. Así que se transformó en un hombre alegre y sociable que disfrutaba de su  tiempo de vida sin miedo a algo que no podía controlar.

Falleció a los 90 años y la profecía  nunca se cumplió…”

Quibiro Güey

Reflexionaba hace unos días con los alumnos de un seminario sobre el miedo y la sensación generalizada de incertidumbre que se ha instaurado en el entorno.

Da la sensación de que la crisis nos ha hecho perder la alegría llenando de pesimismo la situación, como si las previsiones económicas hubieran conseguido minar la confianza y la ilusión. Probablemente por nuestra costumbre de centrarnos en los problemas en vez de tratar de encontrar las soluciones

El miedo es una emoción caracterizada por un intenso sentimiento habitualmente desagradable, provocado por la percepción de un peligro, real o supuesto, presente o futuro.  Se trata de un elemento inseparable del ser humano y condiciona nuestras actuaciones.

Contrariamente a lo que se puede  pensar, el miedo  no siempre es perjudicial. Es lo que nos mantiene vivos ya que nos permite ser precavidos y prudentes.

El problema es cuando ese miedo nos paraliza, dificultando nuestras acciones y mermando nuestras habilidades. En ese momento nuestros miedos se transforman en los muros de una cárcel que nos recluye y nos hace perder la libertad.

Por lo tanto es bueno que diferenciemos el miedo que aporta prudencia y el miedo que se convierte en pánico. En la situación actual son muchos los miedos “pánico” que pueblan nuestra mente.

En la mayoría de los casos hablamos de miedos que autogeneramos nosotros mismos y que no son reales. Que parten de lo que el budismo denomina engaños, es decir, maneras distorsionadas de percibirnos a nosotros mismos y al mundo que nos rodea. Si nos esforzamos en controlar nuestra mente y reflexionamos sobre aquello a lo que tememos conseguiremos acabar con la mayoría de los miedos que nos oprimen.

El budismo habla también de un miedo impropio y un miedo apropiado. En el primer caso tenemos miedo a algo que no puede perjudicarnos o que no podemos evitar como los insectos o la muerte. En el segundo se basa en un peligro real para el que podemos tomar medidas que nos permitan evitarlo.

freddy

Pilar Jericó en su libro No miedo habla de cinco miedos principales:

·         El miedo a la no supervivencia entendido como el miedo a perder el trabajo o a no llegar a fin de mes.

·         El miedo al rechazo, a no ser admitido en el grupo.

·         El miedo a fracasar que impide que asumamos riesgos o paraliza la toma de decisiones.

·         El miedo a la pérdida de poder. La perdida de control o de influencia sobre lo que nos rodea.

·         El miedo al cambio por la incertidumbre y el desconocimiento que ello supone.

 EVITAR EL MIEDO ACTUAL

–       Recuerda que son tiempos convulsos pero también son momentos de oportunidades.

–       Analiza y reflexiona sobre tus miedos. Entonces llegarás  a la conclusión de que la mayoría carecen de sentido, no son reales.

–       Entrena la confianza y el autocontrol. Controla tu mente y dominarás tus miedos. Como expone el budismo: “. . . no es posible controlar todas las circunstancias externas, pero si solo controlo mi mente, ¿qué necesidad tengo de controlar lo demás?».

–       Aprende de todo y de todos, prepárate al máximo de esta forma aumentarás la seguridad en ti mismo. Recuerda que el miedo siempre estuvo muy relacionado con la ignorancia.

–       Enfréntate a tus miedos una y otra vez de esta forma conseguirás superarlos.  Olvida el que dirán o el miedo al fracaso piensa que todo es relativo.

–       Disfruta de los éxitos conseguidos, celebra tus logros obtenidos.

–       Como decía Nelson Mandela no es más valiente aquel que no tiene miedo sino el que sabe como conquistarlo

 

 

4 Comments

  1. Estoy de acuerdo contigo en la existencia de dos tipos de miedo: el irracional (que responde a temores infundados, o engaños) y el racional (que responde a una amenaza real).
    En ambos casos, y principalmente en el segundo, es muy importante trabajar en la «gestión del miedo» (que aunque pueda parecer contradictorio, para mí es lo mismo que la «gestión de oportunidades). Sólo de esta forma podremos evitar que el miedo se transforme en pánico, nos paralice, nos bloquee y nos impida tomar soluciones….conduciéndonos finalmente a las consecuencias temidas en el momento de desencadenarse los miedos.
    La gestión del miedo consiste en «detenerse» a evaluar que decisiones (o circunstancias no controlables) nos han llevado a la situación actual, en la que nos sentimos amenazados. Y analizar qué posibles alternativas «de avance» tenemos, tratando de optimizar beneficios y mínimizar costes. Si el miedo es real (hay indicios reales de amenaza interna o en el entorno), es posible que la alternativa elegida no nos conduzca nunca a una situación totalmente óptima, pero siempre será mejor que quedarse sentado a esperar…..

    Gracias por tus reflexiones, Sergio,

    Susana Alvarez

  2. Hola Susana:

    Tienes razón, lo importante es ser consciente de nuestros miedos y enfrentarnos a ellos para aprender a superarlos.

  3. Hola Sergio soy Mercedes una alumna tuya del curso Calidad en el servicio al cliente que impartiste en Binefar Me lo pase bien y aprendi con tus reflexiones y ejemplos
    Un saludo Mercedes Soliva

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