A lo largo del mes de enero, he tenido la oportunidad de compartir mi visión del crecimiento personal, de la «egogestión» y de la experiencia de Cliente con diversos equipos de dirección. Una práctica siempre gratificante y enriquecedora.
El objetivo es aportar ideas y sugerencias de inmediata aplicación a su día a día. Para ello, desarrollamos talleres de alto impacto, eminentemente prácticos, en los que la parte teórica la reciben con antelación y la sesión se centra en cuestiones reales de su quehacer diario.
En consecuencia, la formación de equipos de dirección se fundamenta en:
- La conversación para comprender sus inquietudes y necesidades lo que implica partir de una guía, pero dejar que el taller fluya en función de sus necesidades prácticas.
- La reflexión y búsqueda de soluciones bajadas al terreno basadas en la experiencia, el conocimiento y la investigación.
- La motivación que prenda la chispa del hábito con objeto de construir un plan de acción que les permita alcanzar los retos planteados.
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